Muchas veces se cuestiona desde distintos ámbitos la problemática que representa para la sociedad los jóvenes de la actualidad. Se menciona que se sumergen en el mundo de las adicciones- droga, alcohol, internet, etc-, que trasnochan sin parar, que son atorrantes. Hace poco dijo el flamante Ministro de Educación de la provincia, Francisco Romero, sobre alguno de ellos: “son analfabetos funcionales al sistema”, en fin, la lista podría seguir largamente.
La otra cara de ésos cuestionamientos se observó en la jornada de ayer durante el desarrollo de la Jornada “Constructores de la Sociedad” organizada por la Comisión Justicia y Paz donde jóvenes provenientes de distintas escuelas estatales. Si, leyó bien: estatales-entre otras de las escuelas CEP 66, escuela Roberto Muller y CEP 29, Ester Machicote de Diaz- expusieron, debatieron y analizaron temas tan sensibles para nuestra provincia como lo son, indudablemente “Como salir del circulo vicioso de la pobreza” y “Liderazgo con ética, honestidad y austeridad. Liderazgo en base al servicio” Ni más ni menos.
La Secretaria General de las Redes Solidarias de Profesionales de la Salud, sra. Ximena Andaur Urbina, manifestó “lo mejor del evento fue escuchar a éstos jóvenes, renuevan muchas esperanzas a un país como el nuestro que está dormido y carente de ideales”.
Volviendo a unas expresiones recientes del Ministro de Educación cuando se refirió sobre la situación de la educación chaqueña y expresó “estamos en emergencia pedagógica”. Es altamente probable que su hiperapretada agenda, de compromisos protocolares por doquier, no le haya posibilitado escuchar los razonamientos de éstos jóvenes. Como así tampoco lo escucharon muchos dirigentes, con el Gobernador a la cabeza, que estuvieron presentes en el evento, ya que éstos se retiraron religiosamente puntuales una vez terminado el larguísimo y abstracto discurso de Jorge Capitanich. Los chicos expusieron inmediatamente después del mandatario provincial y el auditorio se quedó con la mitad de los oyentes que estaban, el resto debía cholulear con el “Coqui”.
Los chicos hablaron de erradicar la corrupción estatal, de coherencia y honestidad, de responsabilidad, de compromiso ciudadano, de consolidar la democracia y sus instituciones, de funcionarios para servir y no servirse, en fin. Todos temas que, evidentemente, los que se retiraron-fundamentalmente los que tienen responsabilidades de gobernar- deben aprender, por lo menos, a escuchar. Hace un par de semanas el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama se salió del protocolo y se puso a dialogar con los sorprendidos alumnos de un colegio estadounidense “quise conocer sus inquietudes” fundamentó el Presidente de la potencia del norte.
“En ésta jornada lo más interesante, lo más sustancioso lo dejaron éstos alumnos, por ellos valió la pena venir”. Dijo un muy alto dirigente que pidió no ser mencionado. Y cuando se lo consultó sobre que le había parecido los discursos de los dirigentes políticos que expusieron en el evento concluyó lacónicamente “la jornada se justifica por los chicos, nada más”.
Los alumnos deben sentirse orgullosos porque en ellos se vislumbra un futuro de una Nación con una verdadera política de estado, como reclamaron en su presentación. Seguramente muchos dirigentes actuales tenían los mismos ideales que hoy pregonan éstos jóvenes. Que raro designio del destino les habrá hecho perder a algunos de nuestros funcionarios esa chispa sagrada. Imploremos para que los alumnos que expusieron ayer-muchos de ellos futuros lideres seguramente- no se dejen embelesar por el dulce, cautivante y muchas veces enceguecedor rol de ser un dirigente con poder. Esperemos que éstos educandos, muchos de ellos viviendo en casitas precarias pero que gozan la ostentación del conocimiento, el día que les toque asumir liderazgos escuchen a los alumnos del mañana y no emulen a sus poderosos antecesores.
Saber escuchar los ideales de los jóvenes es algo preponderantemente prioritario para todo aquel que dirija, mande a través del respeto de la institucionalidad y funcionalidad abarcando todos los estamentos sociales.
Muchos dirigentes ignoran, tal vez por omisión o por desidia que gran parte de la juventud llevan intrínsecamente incorporados el chip de la rebeldía, del desenfado, la convicción, las ganas de involucrarse con la realidad social, de cambiar para mejor. También suelen ser, lo demostraron estos adolescentes ayer, analíticos con el mensaje muy poco esperanzador -lleno de tecnicismos ininteligibles- que tienen gran parte de los mandatarios políticos de la actualidad. Después del discurso de Jorge Capitanich, uno de los jóvenes preguntó a otro: “¿alguien entendió algo de lo que dijo el Gobernador? A lo que otro joven respondió tajantemente: “es que habla así para que no puedan entenderlo”.
ROBERTO ESPINOZA (libreperiodismo@hotmail.com)
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