Le pidió a un juez en lo penal y económico que se investiguen presuntas maniobras delictivas con las actas del directorio.
El Gobierno avanzó un paso más hacia la intervención de Papel Prensa (PP), la mayor fábrica de papel para diarios del país, donde el Estado es socio minoritario de Clarín y La Nación. El secretario de Comercio, Guillermo Moreno, la denunció penalmente ayer por presuntas irregularidades en una de sus reuniones de directorio. Fue luego de que el ministro de Economía, Amado Boudou, la acusara de venderle papel más barato a los matutinos que la conducen. El apoderado de la compañía, Enrique Pigretti, dijo a Crítica de la Argentina que los errores denunciados por Moreno “son todos falsos”. En Clarín y La Nación, en tanto, ya dan por hecho que la Casa Rosada forzará, en breve, algún mecanismo de control estatal de la compañía. Ven venir una próxima denuncia por contaminación ambiental.
El interés del matrimonio Kirchner por PP no es nuevo. La embestida arrancó a mediados de septiembre, cuando Moreno reunió a todos sus directores para anunciarles el inicio de un proceso que desembocaría en la intervención. Luego un síndico del Estado denunció que el funcionario había amenazado ese día con “partirles la columna o sacarles los ojos” a quienes se opusieran. La guerra entre Clarín y el Gobierno ya había estallado por la ley de medios y se reflejaba tanto en los discursos oficiales como en las portadas del matutino de mayor tirada del país, inicialmente más indulgente con el kirchnerismo.
Fuente: Critica Digital
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