Ignorando las críticas de todo el arco opositor, el kirchnerismo consiguió dictamen y hoy tratará el tema en el recinto. Solo importa votar antes del 10 de diciembre.
El kirchnerismo consiguió anoche en Diputados las firmas para emitir el dictamen de comisión del proyecto de reforma política que impulsa el gobierno, con lo cual se abrió el camino para tratarlo hoy en el recinto.
La iniciativa, sin embargo, cosechó severos cuestionamientos de parte de todo el arco opositor, aún de sectores que en más de una ocasión fueron proclives a votar con el oficialismo como el SI y el más cercano Encuentro Popular y Social, que plantearon que el proyecto oficial implica un "proceso de resurgimiento del bipartidismo en la Argentina" y apunta a la desaparición de los partidos chicos. No obstante, el oficialismo incorporó una serie de cambios al proyecto oficial con la intención de vencer algunas oposiciones, aunque en su mayoría, ante la falta de respaldo, fueron de cuño propio y para mostrar una pátina de apertura, aunque por ahora los números para la sesión de hoy le resultan ajustados.
En ese sentido, trascendió que el oficialismo llegaría a duras penas a los 129 votos necesarios, es decir una mayoría especial, para votar la ley por tratarse de una reforma del Código Electoral, aunque con la ayuda sorprendente de algunos diputados del peronismo disidente, cuyos nombres los K mantienen en reserva para evitar alguna movida en contrario.
Tal como adelantó ayer DyN, entre los cambios introducidos se cuentan una baja de las restricciones para los partidos más chicos, tanto para definir su continuidad como partido o para conformarse y para participar de los comicios generales, tras las elecciones internas abiertas, simultáneas y obligatorias, que plantea la reforma.
Al respecto, el dictamen firmado bajó el piso electoral para conservar la personería al 2 por ciento del padrón electoral del distrito correspondiente (el proyecto original disponía el 3 por ciento), además se estableció como fecha fija para la realización de las elecciones primarias el segundo domingo de agosto y se eliminó como sanción a los medios que infrinjan la ley electoral la quita de la licencia.
Otro punto fue permitir que las juntas electorales de todas las agrupaciones estén conformadas por representantes de todas las líneas internas de los respectivos partidos políticos. Un tema que el oficialismo intentó incorporar, y luego se comprometió a rever, al ser muy resistido, sobre todo por los partidos de izquierda que no tienen representación parlamentaria (pero cuyos referentes estuvieron presentes en el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Justicia) fue la publicación de los padrones de afiliados en la web, ya que se planteo que esa publicación en la red puede provocar una ola de despidos y persecución por parte de la patronales.
El coro opositor estuvo en las voces de los radicales Pedro Azcoyti y Silvana Giudici (aunque fueron los menos duros), los cívico Juan Carlos Morán y Patricia Bullrich, el obeidista Ariel Dalla Fontana, la socialista María Elena Martín, y por la centro izquierda se escuchó a la ex kirchnerista Vilma Ibarra, el arista Carlos Raimundi y el porteño Claudio Lozano, además del "margarito" Horacio Alcuaz.
"El proyecto viene a rearmar el bipartidismo. No fue pensado para resolver el problema de la representación política, sino para resolver los problemas de los partidos mayoritarios", dijo Ibarra, que actuó de vocera del sector y adelantó el voto negativo, tras advertir que la norma propuesta también puede colisionar con la ley de Habeas Data, ya que la publicación de los padrones de afiliados por la red puede implicar la difusión de "datos sensibles de las personas", y puede provocar "problemas muy serios en materia laboral”.
El kirchnerismo consiguió anoche en Diputados las firmas para emitir el dictamen de comisión del proyecto de reforma política que impulsa el gobierno, con lo cual se abrió el camino para tratarlo hoy en el recinto.
La iniciativa, sin embargo, cosechó severos cuestionamientos de parte de todo el arco opositor, aún de sectores que en más de una ocasión fueron proclives a votar con el oficialismo como el SI y el más cercano Encuentro Popular y Social, que plantearon que el proyecto oficial implica un "proceso de resurgimiento del bipartidismo en la Argentina" y apunta a la desaparición de los partidos chicos. No obstante, el oficialismo incorporó una serie de cambios al proyecto oficial con la intención de vencer algunas oposiciones, aunque en su mayoría, ante la falta de respaldo, fueron de cuño propio y para mostrar una pátina de apertura, aunque por ahora los números para la sesión de hoy le resultan ajustados.
En ese sentido, trascendió que el oficialismo llegaría a duras penas a los 129 votos necesarios, es decir una mayoría especial, para votar la ley por tratarse de una reforma del Código Electoral, aunque con la ayuda sorprendente de algunos diputados del peronismo disidente, cuyos nombres los K mantienen en reserva para evitar alguna movida en contrario.
Tal como adelantó ayer DyN, entre los cambios introducidos se cuentan una baja de las restricciones para los partidos más chicos, tanto para definir su continuidad como partido o para conformarse y para participar de los comicios generales, tras las elecciones internas abiertas, simultáneas y obligatorias, que plantea la reforma.
Al respecto, el dictamen firmado bajó el piso electoral para conservar la personería al 2 por ciento del padrón electoral del distrito correspondiente (el proyecto original disponía el 3 por ciento), además se estableció como fecha fija para la realización de las elecciones primarias el segundo domingo de agosto y se eliminó como sanción a los medios que infrinjan la ley electoral la quita de la licencia.
Otro punto fue permitir que las juntas electorales de todas las agrupaciones estén conformadas por representantes de todas las líneas internas de los respectivos partidos políticos. Un tema que el oficialismo intentó incorporar, y luego se comprometió a rever, al ser muy resistido, sobre todo por los partidos de izquierda que no tienen representación parlamentaria (pero cuyos referentes estuvieron presentes en el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Justicia) fue la publicación de los padrones de afiliados en la web, ya que se planteo que esa publicación en la red puede provocar una ola de despidos y persecución por parte de la patronales.
El coro opositor estuvo en las voces de los radicales Pedro Azcoyti y Silvana Giudici (aunque fueron los menos duros), los cívico Juan Carlos Morán y Patricia Bullrich, el obeidista Ariel Dalla Fontana, la socialista María Elena Martín, y por la centro izquierda se escuchó a la ex kirchnerista Vilma Ibarra, el arista Carlos Raimundi y el porteño Claudio Lozano, además del "margarito" Horacio Alcuaz.
"El proyecto viene a rearmar el bipartidismo. No fue pensado para resolver el problema de la representación política, sino para resolver los problemas de los partidos mayoritarios", dijo Ibarra, que actuó de vocera del sector y adelantó el voto negativo, tras advertir que la norma propuesta también puede colisionar con la ley de Habeas Data, ya que la publicación de los padrones de afiliados por la red puede implicar la difusión de "datos sensibles de las personas", y puede provocar "problemas muy serios en materia laboral”.
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