domingo, 8 de noviembre de 2009

¿ESTA LEY NO ES PROGRESISTA? Opinión de Osvaldo Bazán sobre la ley que permitiría el matrimonio homosexual

Nunca en la Argentina estuvimos tan cerca de conseguir para los homosexuales el derecho al matrimonio, que todo heterosexual, por el hecho de serlo, tiene. Ayer estuvo a punto de salir el dictamen de las comisiones de Legislación General y Familia para que se tratara en el recinto, pero la inoportuna ausencia de los diputados del oficialismo hizo estirar la espera hasta el próximo martes. Si bien el tema divide transversalmente a los bloques, el socialismo, la CC, la centroizquierda y varios radicales anticiparon su apoyo. Los proyectos de las diputadas Augsburger e Ibarra están siendo debatidos y ayer una serie de especialistas fueron invitados a disertar frente a los diputados. Tuve la suerte de estar entre los invitados. Diversos profesores ligados a la educación católica dijeron cosas como “los homosexuales están más cerca de la drogadicción y la violencia de pareja” o que “las lesbianas no pueden ser madres de hijos varones, porque odian a los varones”. Lo decían en serio. Hasta ahora, la gran incógnita es ver qué va a hacer el bloque oficialista. En la época del conflicto con el campo se instaló una saludable costumbre, impulsada por grupos de intelectuales ligados al Gobierno. Carta Abierta fue el mascarón de proa pero no el único que plantó bandera en temas que creyó importantes. Hubo también jóvenes escritores y poetas que se lanzaron con más ímpetu que conocimiento a afirmar sus convicciones. Bienvenido sea. Lo mismo ocurrió con la ley de medios. Impresiona en estos momentos el silencio de esos sectores. ¿Es que no consideran progresista esta iniciativa? ¿Es que no coincide con las iniciativas del Gobierno? Aquellos jóvenes progresistas ¿se van a quedar mudos? ¿O vendrán a acompañarnos a la Marcha del Orgullo del sábado? Ahí veremos de qué se habla cuando se habla de progresismo.
FUENTE: DIARIO CRITICA
¿Y POR CASA COMO ANDAMOS? por ROBERTO ESPINOZA
La postura del periodista Bazán contrasta tangencialmente con de la diputada Clelia Avila y un grupo de autoconvocados que fueron recibidos incluso hasta por el Gobernador Capitanich. Este grupo que encabeza la legisladora esgrime el derecho a la vida, a la familia (a la buena, la tradicional, la de ellos por supuesto), es antiabortiva, y porque no decirlo: es absolutamente discriminatorio-una palabra de moda, si las hay-. No respeta el derecho de la diversidad, a la individualidad de una decisión tan personal como lo es el casamiento.
La postura de los autoconvocados chaqueños podría entenderse-no justificar- dentro de un contexto temporal que abarque el siglo XVIII hasta casi finalizar el siglo XX. El tiempo fue cambiando un montón de tradiciones, entre ellas a la del matrimonio, vale aclararlo. El matrimonio es una tradición-en cierto y pronunciado retroceso en nuestro país en parejas “normales” heterosexuales- no un valor. Valor es la honestidad, la ética, la valentía, etc- Todos valores que nuestros representantes manejan a la perfección-¿o no?- y por eso se ocupan decididamente de temas tan trascendentes para nuestra sociedad como la posibilidad de que la ley contemple el matrimonio homosexual. Temas tan superficiales como la indigencia de casi la mitad de la población chaqueña -cuyos valores indicativos es solo comparable a los países pobres africanos-, la desigualdad tan marcada entre los comprovincianos, el genocidio de los pueblos originarios del Impenetrables en manos de la enfermedades y la desnutrición, etc. deberán esperar.

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