Osvaldo Acosta, de Electroingeniería, reivindica el despido del periodista y lo acusa de operar contra su empresa. Su entrevista con Majul.
La situación en la provincia de Chaco no es muy distinta al pensamiento de Acosta. Es complejo encarar emprendimientos verdaderamente independientes no solamente en el ámbito local sino también a nivel nacional-el caso de Nelson Castro y su salida de Del Plata puede dar fe de ello-. A nivel provincial el periodismo, casi en su totalidad, dependen de las “bondades” de la pauta publicitaria oficial. El pensamiento que baja desde la presidencia hacia abajo respecto a la funcionalidad del periodismo es: “o están del lado nuestro o son gorilas antiprogresistas”. La mejor manera de tener a la prensa de su lado es, indudablemente, repartir discrecionalmente la pauta para los “periodistas afines a las ideas del oficialismo”. El Chaco es un ejemplo más ferviente de ello.
Nunca antes se había escuchado a Osvaldo Acosta, dueño de Electroingeniería, propietaria de radio del Plata y en plan para adquirir las tres FM "top" de la Capital, hablar de sus negocios mediáticos. Mucho menos, referirse a la controversial salida del aire de Del Plata de Nelson Castro, el periodista que fue marginado de la grilla tras sus denuncias contra la empresa, una de las más beneficiadas por la obra pública K. Hasta hoy.
El periodista Luis Majul consiguió que Acosta y su socio, Gerardo Ferreyra, rompieran el silencio en una entrevista para su libro "El dueño. La historia secreta de Néstor Kirchner, el hombre que maneja los negocios públicos y privados de la Argentina" (editorial Planeta). Sus palabras son reveladoras. A continuación, un fragmento de la charla:
- ¿No se arrepienten de la decisión de echar a Nelson Castro?
Osvaldo Acosta: No. Nuestro asesor de prensa nos aconsejó que no lo echáramos, pero lo echamos igual. Por su falta de código y por la deshonra que nos produjo. Y le pagamos hasta el último peso: 1.200.000 pesos. En cuotas. Con quince cheques avalados de manera personal.
Gerardo Ferrerya: Y lo haríamos de nuevo. Porque estamos convencidos.
Osvaldo Acosta: Además, nosotros no nos hicimos grandes con Radio del Plata, sino con nuestro trabajo como en la empresa.
-Acosta, ¿se escuchó? Acaba de decir: "Lo echamos. Lo despedimos".
Osvaldo Acosta: No lo despedí: llegamos a un acuerdo contractual. Nelson Castro es un empresario que tiene una sociedad y nos vendió un servicio. Y tenía todos los empleados en negro. Podríamos haber hecho quilombo con eso, y decidimos no hacerlo.
Gerardo Ferreyra: Igual, no fue tan grande el costo que pagamos por lo de Castro.
Después de esas preguntas, Acosta sube el tono y afirma que más allá del despido de Nelson Castro, lo que más los dañó a Electroingeniería fue una nota publicada por el diario La Nación y "la operación de Castro", y remata: " Me importa un carajo la ida de Nelson Castro. Si eso es periodismo independiente, ¡me cago en el periodismo independiente!".
La situación en la provincia de Chaco no es muy distinta al pensamiento de Acosta. Es complejo encarar emprendimientos verdaderamente independientes no solamente en el ámbito local sino también a nivel nacional-el caso de Nelson Castro y su salida de Del Plata puede dar fe de ello-. A nivel provincial el periodismo, casi en su totalidad, dependen de las “bondades” de la pauta publicitaria oficial. El pensamiento que baja desde la presidencia hacia abajo respecto a la funcionalidad del periodismo es: “o están del lado nuestro o son gorilas antiprogresistas”. La mejor manera de tener a la prensa de su lado es, indudablemente, repartir discrecionalmente la pauta para los “periodistas afines a las ideas del oficialismo”. El Chaco es un ejemplo más ferviente de ello.
Alguna vez Rodolfo Walsh dijo refiriéndose a cual debe ser la condición indispensable para un buen funcionamiento de la prensa en general: “El periodismo debe ser libre o si no es una farsa.”
Comentarios: Lic. Roberto Espinoza
Fuente: Perfil, Libro “El dueño” de Luis Majul
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