martes, 8 de diciembre de 2009

Un plan para combatir la pobreza en el Chaco


Abel Albino afirma: “para combatir la pobreza solo se necesita voluntad política por que recursos sobran”.
El especialista en desnutrición y creador de la Fundación Conin, el pediatra Abel Albino, estuvo en "Otro tema" y dijo: "Si no mejoramos el tema de la pobreza, no tenemos inserción. La principal riqueza de un país es su capital humano y si ese capital humano está dañado, el país no tiene futuro". En cuanto a su experiencia como especialista en materia de desnutrición, Albino explicó que "aprendí que los pobres no son vagos, son tristes, tienen una tristeza profunda" y que "el pobre no es el que no tiene plata, sino que es pobre en la familia, amigos, en sueños".
Albino expresó “tenemos que abandonar los odios y el enfrentamiento del hombre contra el hombre. Debemos centrarnos e lo que verdaderamente importa: la guerra del hombre contra el hambre”.
Si este mensaje del pediatra Albino llegara a los oídos de los dirigentes chaqueños, que viven inmersos en peleas que se condicen bastante al raquitismo mental que caracteriza a estos líderes de causas sectoriales, tendríamos una provincia acorde a la real justicia social y la justa distribución de la riqueza.
Alguien de los que deciden, que tienen voz y voto en la dirigencia provincial se debe comprometer a aplicar esta política pergeñada por Albino, por ejemplo, a los más de 10.000 tobas que viven en El Impenetrable, el sitio más pobre en la región más pobre del país: la provincia de Chaco. Ellos no parecen pensar en otra cosa que no sea cómo sobrevivir un día más en medio del abandono y la desidia generalizada.
Si a esto que viven cotidianamente los aborígenes chaqueños le sumamos la cantidad de indigentes que subyacen en Resistencia encontramos una combinación explosiva que desemboca irrevocablemente en la delincuencia, drogadicción, inseguridad, falta de oportunidades, aumento considerable de la brecha porcentual que separa a los ricos de los pobres, etc.
¿Por qué no imponer políticas sociales que se enfoquen no tanto en el asistencialismo sino en la integración de todos los chaqueños? ¿Es tan complejo atender estas penurias que viven muchos comprovincianos que de tanto soportarlas ya parecen formar parte de su hábitat natural?
Evidentemente nuestros representantes están preocupados en temas de mayor relevancia, por ejemplo quien preside la Cámara Legislativa. Los seguidores de los dos partidos mayoritarios también se concentran en debates ideológicos donde prevalece el raciocinio-basta remitirse a la pelea en la elección de Bergia al frente de la cámara para dar fe de ello-. Abel Albino se preguntaba “¿no se termina nunca el odio y el enfrentamiento entre hermanos?” Los militantes chaqueños parecen responderle que no.
El especialista afirmó “no hay una política de estado contra el hambre, no hay un blanco común al que apuntemos todo para beneficiar a los más necesitados” También agrega que hace poco la embajadora de Nueva Zelanda le comentó porque su país funcionaba y el nuestro no: “los dirigentes del país oceánico se reunieron en una mesa y fijaron una política de estado para los próximos 30 años. Ese acuerdo se fundamentó en el consenso multipartidario”.
Sostiene Albino “nosotros tenemos políticas partidarias y así nos va. Es inconcebible que tengamos al 40 % de la población bajo la línea de la pobreza en un país que puede producir alimentos para 1.300 millones de personas y no puede nutrir adecuadamente a 38 millones”, “Argentina llegó a ser la 7º economía mundial y la 1º de América Latina, ¿que pasó en ese intermedio para llegar al punto que nos encontramos hoy? Que estamos promediando el puesto 86 económicamente hablando”. Analiza el pediatra.
Afirma “hace 17 años que hablo con todos los dirigentes. Hablar no es lo mismo decir que me escuchen, que atiendan los fundamentos que pregono para erradicar el hambre en el país”. “Recursos tenemos, como no vamos a tener si somos el 7º país productor de alimentos en el mundo. No falta dinero, lo que falta es voluntad política para encarar la problemática.” Alega Albino.
“Nosotros hace tiempo que trabajamos en la recuperación de pacientes desnutridos. Tenemos un hospital -el primero en el mundo- especializado en prevención en esa materia en la ciudad de Mendoza. No somos improvisados.” expresa el pediatra y resalta que “hemos extendido los centros de atención en 20 ciudades del país”.
Advierte “si queremos una gran Nación intelectualmente potable debemos alimentar el cerebro de nuestros chicos-en los primeros años de vida- para que sus cerebros incorpore las vitaminas y proteínas fundamentales para el perfecto crecimiento del mismo. En el primer año se manifiesta el crecimiento del cerebro y si no se lo alimenta convenientemente es irrecuperable. Cuando nace un bebe su cerebro pesa 35 gramos, en los 14 meses-cuando el bebe camina- debe pesar alrededor de 900 gramos y una vez adulto el cerebro pesa 1.200 gramos. Es decir que el gran crecimiento se da en esta primera etapa.
“5 pasos tenemos que realizar para tener una gran Nación: preservar el cerebro como corresponde-principalmente en el primer año-, educar ese cerebro preservado como se debe, en cada hogar argentino ponemos agua corriente, cloacas, electricidad. Si cumplimos con eso podemos ser una potencia mundial en 30 años. Debemos dejar de pensar en las próximas elecciones y focalizarnos en las próximas generaciones”. Sentencia el creador de la Fundación Conin.
Albino afirma “Alberdi sostenía hace 150 años que tenemos que combatir la pobreza y la ignorancia. Decía que la pobreza se vende y la ignorancia se pierde”. Ejemplifica después sobre cual es el ejemplo a seguir: “Finlandia tiene 0% de corrupción, 0% de analfabetismo, educación obligatoria hasta los 16 años y completar la secundaria. Eso es tener un plan, una política de estado”. Agrega que “lo llamativo es que Finlandia se fundó el 6 de diciembre de 1917, rompiendo con esa sentencia que dice que Argentina es un país adolescente todavía”.
Pareciera tan fácil sin embargo que lejos estamos de alcanzar algo similar a los países primermundistas. Tenemos el subdesarrollo impregnado no solo en lo económico sino también en lo intelectual. El hambre y la ignorancia, acompañados por la corrupción, la negligencia y la incapacidad dirigencial representan el combo adecuado para que esa estrechez mental tome fuerzas hasta ser incontrolable. Alguien definió alguna vez que el sentido común es el menos común de los sentidos. Cualquier semejanza con el accionar de Rozas, Nikish, Capitanich y compañía no es mera coincidencia.
Lic. Roberto Espinoza
Fuente: “Otro Tema” TN

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