En pocas semanas se terminará la construcción civil (edificio) del nuevo hospital de Castelli. Seguramente la inauguración va a ser pomposa. Es enorme, considerándose sus dimensiones y total de metros cuadrados. Habrá que equiparlo y dotarlo de personal.
Habrá que hacerlo funcionar eficientemente, como un verdadero y genuino hospital de referencia regional para todo el amplio territorio denominado El Impenetrable, cuya geografía se extiende a lo largo de 35.000 km2, articulado con una red de Puestos Sanitarios A y B, que a su vez deben ser reconstruidos en su inmensa mayoría porque están en situación ruinosa, algunos directamente abandonados.
Ahora bien, el funcionamiento del actual hospital de Castelli permite comprender las enormes dificultades y trabas que deberemos superar para lograr un funcionamiento pleno, efectivo y eficiente del nuevo hospital. En base a la complejidad del entorno que hemos hallado, la puja de intereses económicos y políticos, la situación generalizada de gran parte de la población que funciona bajo los efectos de la indiferencia, de la indolencia y de la discriminación frente a las comunidades indígenas, tenemos la primera impresión de que el establecimiento nuevo rápidamente se convertirá , y por varios años, en un HOSPITAL DE PAPEL, que va a tener una gran apariencia pero sin real contenido, sin asistencia sanitaria plena y en tiempo real, acorde con la atención que demanda la población que habita la extensa área de cobertura sanitaria, recordándose que las familias que habitan en este territorio son las que presentan los peores indicadores económicos, sociales, sanitarios y educativos de la República Argentina, sometidas a enfermedades endémicas y vectoriales que se profundizaron o resurgieran en el curso de los últimos años.
Habrá que hacerlo funcionar eficientemente, como un verdadero y genuino hospital de referencia regional para todo el amplio territorio denominado El Impenetrable, cuya geografía se extiende a lo largo de 35.000 km2, articulado con una red de Puestos Sanitarios A y B, que a su vez deben ser reconstruidos en su inmensa mayoría porque están en situación ruinosa, algunos directamente abandonados.
Ahora bien, el funcionamiento del actual hospital de Castelli permite comprender las enormes dificultades y trabas que deberemos superar para lograr un funcionamiento pleno, efectivo y eficiente del nuevo hospital. En base a la complejidad del entorno que hemos hallado, la puja de intereses económicos y políticos, la situación generalizada de gran parte de la población que funciona bajo los efectos de la indiferencia, de la indolencia y de la discriminación frente a las comunidades indígenas, tenemos la primera impresión de que el establecimiento nuevo rápidamente se convertirá , y por varios años, en un HOSPITAL DE PAPEL, que va a tener una gran apariencia pero sin real contenido, sin asistencia sanitaria plena y en tiempo real, acorde con la atención que demanda la población que habita la extensa área de cobertura sanitaria, recordándose que las familias que habitan en este territorio son las que presentan los peores indicadores económicos, sociales, sanitarios y educativos de la República Argentina, sometidas a enfermedades endémicas y vectoriales que se profundizaron o resurgieran en el curso de los últimos años.
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