La oposición ratificó ayer su deseo de rechazar el pliego de la presidenta del Banco Central. El oficialismo intentará hoy salvarla.
La oposición ratificó su decisión de rechazar el pliego de Mercedes Marcó del Pont. Después de una audiencia dominada por la pelea que oficialistas y opositores mantienen por el control del Senado, el radical Gerardo Morales y los restantes jefes de bancadas enfrentadas al kirchnerismo adelantaron que hoy se opondrán a que Marcó del Pont asuma como titular del Banco Central. Finalizada la audiencia, la economista confirmó que, si su pliego es rechazado, no será más presidenta. En ese contexto –donde los votos de la oposición alcanzan para rechazarlo– sorprendieron las declaraciones del rionegrino Miguel Ángel Pichetto en las que aseguró que darían batalla para sostenerla en el cargo.
El martes, en la reunión de Labor Parlamentaria, después de que el pampeano Carlos Verna le pidiera al oficialismo que retirara la postulación de Marcó del Pont, se frustró una jugada que le hubiera permitido al kirchnerismo mantenerla como “presidenta interina” de la máxima entidad monetaria.
“Si votamos el retiro del pliego, ¿ustedes la desplazan del cargo o mantienen su interinato?”, preguntó el porteño Samuel Cabanchick. Después de que Pichetto contestara que no podía comprometer a la Presidenta, los opositores se dieron cuenta de que la movida podría ser parte de una de las tantas jugarretas que el Gobierno realizó en las últimas semanas. La propuesta del pampeano incrementó las sospechas de sus aliados del espacio opositor. Igualmente recordaban que Verna se comprometió ante sus pares a rechazar el pliego de la economista. El senador del PJ La Pampa no desperdició la oportunidad de cuestionar públicamente ayer a Marcó del Pont. “En una hora no pudo encontrar la puerta del Senado, pero sí pudo liberar 6.000 millones de dólares para pagar la deuda”, dijo Verna, destacando el faltazo que concretó la semana pasada la economista desarrollista.
Consecuente con la idea de entorpecer el funcionamiento de las cámaras legislativas, el oficialismo le dedicó una hora de debate a desconocer todo lo actuado la semana pasada por el recinto y por los opositores que integran la Comisión de Acuerdos. El planteo quedó en manos del chubutense Marcelo Guinle. Después de haber recibido elogiosos comentarios a su gestión como titular de la comisión en años anteriores, Guinle no ahorró adjetivos a la hora de hablar de los opositores. Cuando su propuesta de declarar la nulidad de lo actuado estaba a punto de ser rechazada por los votos de la oposición, Guinle propuso que se desconociera la competencia de la comisión para expedirse sobre la impugnación. Antes la había leído en detalle. “Si la competencia es del Presidente del cuerpo, no sé por qué usted leyó la nota y realizó un alegato para la prensa”, le espetó a Guinle el puntano Adolfo Rodríguez Saá. A esa altura, Pichetto quería evitar una votación, pero los suyos se habían enfrascado en una batalla que tenía un solo final posible: la derrota. Morales pidió una votación y nueve senadores rechazaron la nota presentada por el kirchnerismo. Todo sucedía ante la mirada extrañada de Marcó del Pont. En su pelea, el oficialismo terminó desgastando aún más la imagen de la economista. Imagen que decía que quería defender.
La actual titular del Central dividió su defensa en cuestiones formales y consideraciones políticas. En el primer punto hizo un repaso minucioso de cada uno de los pasos que realizó el lunes 1 de marzo, cuando Cristina Fernández anunció que había firmado el decreto 298/2010. En el segundo tramo de la exposición hizo un argumento político. Opiniones que la llevaron a decir que el uso de las reservas para pagar la deuda era una “decisión virtuosa”.
Cuando finalizó el discurso de Marcó del Pont, el jujeño Gerardo Morales dijo que la oposición no formularía preguntas. Después de una chicana del misionero Eduardo Torres, el jefe del bloque K pidió el cierre del debate. Aun así, el bonaerense Eric Calcagno formuló una pregunta. Pichetto insistió en dar por terminado el tema cuando Guinle recordaba que él presidía la audiencia y no había dado por finalizada la discusión. Con muchas trampas el oficialismo había sembrado la desconfianza de la oposición. Sobraban las palabras.
La oposición ratificó su decisión de rechazar el pliego de Mercedes Marcó del Pont. Después de una audiencia dominada por la pelea que oficialistas y opositores mantienen por el control del Senado, el radical Gerardo Morales y los restantes jefes de bancadas enfrentadas al kirchnerismo adelantaron que hoy se opondrán a que Marcó del Pont asuma como titular del Banco Central. Finalizada la audiencia, la economista confirmó que, si su pliego es rechazado, no será más presidenta. En ese contexto –donde los votos de la oposición alcanzan para rechazarlo– sorprendieron las declaraciones del rionegrino Miguel Ángel Pichetto en las que aseguró que darían batalla para sostenerla en el cargo.
El martes, en la reunión de Labor Parlamentaria, después de que el pampeano Carlos Verna le pidiera al oficialismo que retirara la postulación de Marcó del Pont, se frustró una jugada que le hubiera permitido al kirchnerismo mantenerla como “presidenta interina” de la máxima entidad monetaria.
“Si votamos el retiro del pliego, ¿ustedes la desplazan del cargo o mantienen su interinato?”, preguntó el porteño Samuel Cabanchick. Después de que Pichetto contestara que no podía comprometer a la Presidenta, los opositores se dieron cuenta de que la movida podría ser parte de una de las tantas jugarretas que el Gobierno realizó en las últimas semanas. La propuesta del pampeano incrementó las sospechas de sus aliados del espacio opositor. Igualmente recordaban que Verna se comprometió ante sus pares a rechazar el pliego de la economista. El senador del PJ La Pampa no desperdició la oportunidad de cuestionar públicamente ayer a Marcó del Pont. “En una hora no pudo encontrar la puerta del Senado, pero sí pudo liberar 6.000 millones de dólares para pagar la deuda”, dijo Verna, destacando el faltazo que concretó la semana pasada la economista desarrollista.
Consecuente con la idea de entorpecer el funcionamiento de las cámaras legislativas, el oficialismo le dedicó una hora de debate a desconocer todo lo actuado la semana pasada por el recinto y por los opositores que integran la Comisión de Acuerdos. El planteo quedó en manos del chubutense Marcelo Guinle. Después de haber recibido elogiosos comentarios a su gestión como titular de la comisión en años anteriores, Guinle no ahorró adjetivos a la hora de hablar de los opositores. Cuando su propuesta de declarar la nulidad de lo actuado estaba a punto de ser rechazada por los votos de la oposición, Guinle propuso que se desconociera la competencia de la comisión para expedirse sobre la impugnación. Antes la había leído en detalle. “Si la competencia es del Presidente del cuerpo, no sé por qué usted leyó la nota y realizó un alegato para la prensa”, le espetó a Guinle el puntano Adolfo Rodríguez Saá. A esa altura, Pichetto quería evitar una votación, pero los suyos se habían enfrascado en una batalla que tenía un solo final posible: la derrota. Morales pidió una votación y nueve senadores rechazaron la nota presentada por el kirchnerismo. Todo sucedía ante la mirada extrañada de Marcó del Pont. En su pelea, el oficialismo terminó desgastando aún más la imagen de la economista. Imagen que decía que quería defender.
La actual titular del Central dividió su defensa en cuestiones formales y consideraciones políticas. En el primer punto hizo un repaso minucioso de cada uno de los pasos que realizó el lunes 1 de marzo, cuando Cristina Fernández anunció que había firmado el decreto 298/2010. En el segundo tramo de la exposición hizo un argumento político. Opiniones que la llevaron a decir que el uso de las reservas para pagar la deuda era una “decisión virtuosa”.
Cuando finalizó el discurso de Marcó del Pont, el jujeño Gerardo Morales dijo que la oposición no formularía preguntas. Después de una chicana del misionero Eduardo Torres, el jefe del bloque K pidió el cierre del debate. Aun así, el bonaerense Eric Calcagno formuló una pregunta. Pichetto insistió en dar por terminado el tema cuando Guinle recordaba que él presidía la audiencia y no había dado por finalizada la discusión. Con muchas trampas el oficialismo había sembrado la desconfianza de la oposición. Sobraban las palabras.
Fuente: Diario Crítica
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