El líder provincial del Partido Obrero, Aurelio Díaz, cuestionó duramente las políticas implementadas por el Gobernador chaqueño. Sostuvo que es imposible que el Chaco logre salir del estancamiento sin una política social contundente.
Sostiene Díaz que el sistema de gobierno de la provincia favorece preponderantemente a los grandes grupos económicos. “Las grandes inversiones se hacen casi siempre en el sector sojero del Chaco”. Fundamentó que esto no sería un problema de no ser que la explotación de la soja en Chaco está en un sector minúsculo y elitista mientras que un alto porcentaje de la población provincial está bajo los índices de la pobreza y la marginalidad.
Razonó el dirigente del PO que el Belgrano Cargas, el dragado del Riacho Barranqueras, los hospitales que se hicieron, por ejemplo el de Campo Largo-nudo central de la producción sojera-, todas las acciones de los gobiernos que tenemos y hemos tenido en la provincia son perniciosamente favorables para los factores económicos que tienen a la soja como su máxima expresión.
Otro de los puntos de divergencias con el gobierno de Capitanich que argumenta el líder del PO es que los grandes productores, los pool de siembra se llevan ganancias millonarias y dejan rentas miserables a una provincia que ellos absorben recursos naturales y que tienen todo propicio como para seguir haciendo una usura, no solo de los recursos naturales si no de los humanos, a través de la explotación, esto los gobiernos que tenemos y hemos tenido en la última década o quieren ver. “Para el Gobernador el Chaco es una sociedad anónima de la cual él-Capitanich- se cree el gerente general.”, sentenció Díaz.
Denunció el dirigente que en los últimos diez años se desforestó el 40 % de los bosques nativos de la provincia, con la total anuencia de los gobiernos chaqueños que gobiernan para beneficio de los sectores más poderosos, en detrimento de la mayoría de la población. Reafirmó Díaz que “mientras este grupúsculo minoritario se vuelve cada vez más rico, un gran porcentaje de los chaqueños son cada vez más pobres, todo esto con la complicidad de nuestros representantes”.
Pregonó que el único modo de salir de esta situación es armar un partido de la clase obrera para, de manera conjunta con otros sectores de la sociedad, combatir, regular y legislar una correcta y justa distribución de las riquezas. “Tanto Rozas como Capitanich nunca van a atacar a este sector porque ellos también son partícipes de las ganancias y directa o indirectamente son parte interesada”. Concluyó Díaz.
Sostiene Díaz que el sistema de gobierno de la provincia favorece preponderantemente a los grandes grupos económicos. “Las grandes inversiones se hacen casi siempre en el sector sojero del Chaco”. Fundamentó que esto no sería un problema de no ser que la explotación de la soja en Chaco está en un sector minúsculo y elitista mientras que un alto porcentaje de la población provincial está bajo los índices de la pobreza y la marginalidad.
Razonó el dirigente del PO que el Belgrano Cargas, el dragado del Riacho Barranqueras, los hospitales que se hicieron, por ejemplo el de Campo Largo-nudo central de la producción sojera-, todas las acciones de los gobiernos que tenemos y hemos tenido en la provincia son perniciosamente favorables para los factores económicos que tienen a la soja como su máxima expresión.
Otro de los puntos de divergencias con el gobierno de Capitanich que argumenta el líder del PO es que los grandes productores, los pool de siembra se llevan ganancias millonarias y dejan rentas miserables a una provincia que ellos absorben recursos naturales y que tienen todo propicio como para seguir haciendo una usura, no solo de los recursos naturales si no de los humanos, a través de la explotación, esto los gobiernos que tenemos y hemos tenido en la última década o quieren ver. “Para el Gobernador el Chaco es una sociedad anónima de la cual él-Capitanich- se cree el gerente general.”, sentenció Díaz.
Denunció el dirigente que en los últimos diez años se desforestó el 40 % de los bosques nativos de la provincia, con la total anuencia de los gobiernos chaqueños que gobiernan para beneficio de los sectores más poderosos, en detrimento de la mayoría de la población. Reafirmó Díaz que “mientras este grupúsculo minoritario se vuelve cada vez más rico, un gran porcentaje de los chaqueños son cada vez más pobres, todo esto con la complicidad de nuestros representantes”.
Pregonó que el único modo de salir de esta situación es armar un partido de la clase obrera para, de manera conjunta con otros sectores de la sociedad, combatir, regular y legislar una correcta y justa distribución de las riquezas. “Tanto Rozas como Capitanich nunca van a atacar a este sector porque ellos también son partícipes de las ganancias y directa o indirectamente son parte interesada”. Concluyó Díaz.
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