martes, 23 de febrero de 2010

Felipe Pigna: “Mariano Grondona y Joaquín Morales Solá son enemigos de la democracia”


En el marco de su asistencia a la inauguración de la X Feria del Libro Chaqueño y Regional, el prestigioso historiador, Felipe Pigna, creador de una impronta novedosa en la televisión argentina cuando logró ráting de 26 puntos en un horario central, hablando de historia argentina, habló sobre algunos temas que marcaron un hito en la historia contemporánea de nuestro país.

Entre otros temas el historiador se refirió a la última dictadura que soportó Argentina en la década del 70, manifestó que no solamente se debe recordar a ese proceso por los “30 mil desaparecidos”, si no también en esa época se dio “una guerra perdida, el vaciamiento de nuestra industria, un endeudamiento externo que multiplicó por 5 la que tenía sin ningún beneficio productivo para el país, siendo ésta una deuda fraudulenta y ficticia para beneficio de los factores de poder de la época, un licuamiento de la deuda privada hecha por Cavallo en 1982, un desastre. Todo eso generó un condicionamiento importantísimo a los gobiernos democráticos que vinieron después.”

Sobre la denominación de genocidio que se atribuye al exterminio de personas en la última dictadura, el historiador fundamenta que ése término no se utiliza por “el accionar de los Grondona (Mariano), Morales Solá (Joaquín), que se niegan a hablar de genocidio, quieren hacernos ver que esto se trató de una guerra de fracciones, concepto que hay que hay que rechazar, porque se trató de una persecución que involucró a mucha gente que no tuvieron nada que ver con la subversión. Si hubiesen participado lo que les hubiese correspondido era un juicio justo y no ser asesinados.”

Respecto de los “desparecidos” mantuvo el escritor que es una expresión, un eufemismo impuesto por los dictadores para referirse a los detenidos, afirma que “los militares sabían perfectamente donde estaban, no estaban desaparecidos, lo usaban a esa palabra para omitir las detenciones clandestinas, ilegales, sin juicios y estaban perfectamente ubicables por los militares dentro de una dependencia de las Fuerzas Armadas. Los detenidos pasaron a ser un número. Jurídicamente el concepto de desparecidos es algo que no estaba contemplado en el juicio a las juntas militares. Ese término permitió que solo sean juzgados los casos de asesinatos de los 711 cuerpos encontrados. Es por ello que sostengo que es una expresión (la de desaparecidos) que sirve, aun hoy, para seguirle el juego a los asesinos, y debe ser rechazada su utilización jurídica”.

El historiador afirma que actualmente seguimos padeciendo las consecuencias de la dictadura de los 70. Una de ellas, sostiene Pigna es la ausencia de una identidad de nuestra sociedad. “Los medios nos quieren imponer un modelo tipo Ricardo Fort, lleno de materialismo y egocentrismo en detrimento de nuestros valores mas nobles y tradicionales: el trabajo, la dignidad, la educación de nuestros hijos, nuestra cultura de país Es una lucha desigual pero que hay que hacerla pero sin caer en el patriotismo estéril y chauvinista”.

Sobre las diferencias entre la celebración del centenario de la patria en 1910 y este inminente festejo del bicentenario Pigna remarcó que las diferencias son abismales “el centenario fue un festejo elitista, el país estaba conducido por la oligarquía, hubo entre las celebraciones del centenario 5 mil detenidos sin un proceso legal, eso da la pauta de lo diferente que es respecto del bicentenario.”

Al final el escritor-historiador y periodista deja una reflexión sobre la prioridad en los festejos de los dos siglos de independencia. “Esperemos que se diferencie de 1910-en la celebración del centenario- también en que haya en este acontecimiento una mayor y mejor distribución de las riquezas y una verdadera justicia social que depare un mejor país para todos”.

Lic. Roberto Espinoza (libreperiodismo@hotmail.com)

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