Anoche, participando en la X Feria del Libro de la provincia del Chaco, el Ministro Romero, evitó en todo momento de responder a las críticas, que hicieron los gremios de Atech y Federación Sitech. “Yo respondo con propuestas” expresó Romero.
El Ministro aseveró que la aprobación del Nomenclador era un reclamo añejo de muchos docentes, afirmó que el 70 % de los educadores que menos percibían ahora se los podrá recomponer en sus ingresos, tanto en activos como pasivos. “La historia de una persona se juzga a través de los hechos, la sociedad no quiere que confrontemos los dirigentes y es esa sociedad la que va a determinar quien es Francisco Romero”. Sentenció el responsable de la cartera educativa, “los respeto a todos y nosotros solo respondemos con propuestas, y siempre la mesa del diálogo está abierta”.
Fundamentó Romero sobre una recordada definición suya: “el analfabetismo funcional de algunos alumnos de la provincia” que para leer comprensivamente un texto de un libro se necesita un piso de 3 mil palabras en un nivel superior, 2 mil palabras en un texto de nivel medio, por ejemplo e diario, y que para lecto-comprender se deberían leer al menos cinco a seis libros anualmente, eso, recalcó el Ministro, no se cumple actualmente debido a que se ha perdido el hábito de la lectura. “Un analfabeto funcional sabe deletrear, sabe reconocer las letras pero no puede entender lo que lee”, Concluyó.
La explicación que esgrimió el Ministro sobre los motivos de ese analfabetismo funcional es que la lectura ha perdido espacio curricular en los últimos 10 años, siguiendo una tendencia que había comenzado en la dictadura del 70 donde se quemaron millares de libros. “Los cursos de Lengua para un profesor en Letras prácticamente no existen, el propio docente dejó de leer debido a que el paradigma de la lectura ha desaparecido”.
Sobre las conductas a adoptar para paliar esta grave falencia en el sistema educativo provincial -y nacional- Romero recomendó mirar el ejemplo chileno, que ante el mismo problema, tiene en la actualidad una exigencia para alumnos de primer año la lectura de ocho libros por año. “Hay que volver a esa exigencia y aparte, también, se debe recuperar el leer por placer”, manifestó.
Para lograr una excelencia en el proceso educativo, similar a la que tiene Finlandia-el país con mejor calidad educativa en el mundo- se necesita, según el Ministro Romero, diez años de continuidad de una política educacional sin fisuras donde se priorice al estudiante. “Argentina este año va a destinar 6 puntos de su PBI a la educación, la que lo ubica a solo 7 países debajo de Finlandia pero sin embargo estamos bastante lejos cualitativamente.” Romero expresó que debe, prioritariamente, para buscar la excelencia educativa hacerse hincapié en la formación docente y en la vuelta a los libros, “miremos cuanto nivel y exigencia de lectura tienen en los polimodales, hay muy pocas, cuantas horas de lectura hay en las aulas, casi nulas”, remarcó Romero.
Expresó que paulatinamente se debe volver con las lecturas en las aulas, por lo menos 10 minutos por clase, capítulo por capítulo en el aula para que el alumno después no pueda bajarlo por internet y trampee en ese aspecto. “10 años, entre otros factores, de competencia lectora sería un camino a recorrer para recomponer nuestra calidad educativa.” Ahondó Romero.
En cuanto a las falencias que muchos docentes marcan sobre las deficiencias que tiene el actual modelo de cursos de capacitación docente, Romero resaltó que “a partir de este año se cambió la modalidad, pasaron a ser dichos cursos bianuales, de acuerdo a cada disciplina y donde se inculque de modo fundamental el regreso al hábito de leer”.
Lic. Roberto Espinoza (libreperiodismo@hotmail.com)
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